Las adiposidades localizadas durante años fueron consideradas como una consecuencia del aumento de peso general o de la obesidad. Con estudios metabólicos y endocrinológicos mas profundos quedó claramente establecido que la adiposidad localizada, llamada también obesidad localizada, responde a mecanismos y causas distintas, que la de la obesidad general, pudiéndose definir como una situación totalmente independiente, que a veces puede o no acompañar al sobrepeso. Es probable que algunos malos resultados obtenidos en el tratamiento de esta problemática se deban al mal diagnóstico del origen y a las causas del trastorno.