4.- Evitá la cafeína
El café, el té y las bebidas de cola pueden provocar un efecto diurético excesivo que fomente la deshidratación del organismo. Puedes reemplazarlos por tés sin teína, sucedáneos naturales del café y jugos de frutas naturales.
5.- Hidratate
Si el organismo se queda sin agua, se convierte en una especie de papel secante y en vez de eliminar las toxinas, se queda con todas ellas. Bebe un entre 1 y 3 litros de agua al día, según sea tu actividad.
6.- Comé saludable
Evita las comidas preparadas y aquellas con exceso de grasas y carbohidratos. Procura alimentarte con productos frescos de temporada ,principalmente verduras, legumbres, frutas, cereales y pescados . Come entre 3 y 5 veces al día, procurando que el desayuno y la comida sean las más completas y las de la noche y entre horas lo más livianas posible.
7.- Abandoná la sal
El exceso de sal provoca una retención de líquidos automática. Sustituyela por sales vegetales o especias.
8.- Evitá el ejercicio de impacto
Step , aeróbic intenso y otros ejercicios que implican un contínuo rebote con el suelo provocan la congestión de la circulación en aquellas zonas más delicadas ( rodillas, tobillos, caderas, espalda) y esta repercute en la correcta circulación linfática de todo el organismo.